viernes, 24 de noviembre de 2006

El 80% de la población mundial usa plantas medicinales en atención primaria


La Real Academia Española, define el término fitoterapia como tratamiento de las enfermedades mediante plantas o sustancias vegetales y su interés social se ha ido incrementando a lo largo de los últimos años debido, básicamente, a una mayor preocupación por el mantenimiento de un buen estado de salud con medios y recursos cada vez menos agresivos. Esto ha redundado en una mayor preocupación e interés por los productos naturales.

Esta terapia ha sido relegada durante tiempo a un segundo plano, a pesar de que los principales medicamentos surgen del ámbito natural. La falta de bases científicas sólidas que avalaran la capacidad curativa de muchos de estos productos ha contribuido a ello.

El interés de la sociedad del bienestar del siglo XX y XXI ha obligado al mundo médico y científico a evaluar, de una manera reglada y mediante ensayos clínicos, las características y aplicaciones de los productos naturales.

Pensar que esta gama de productos son inocuos es una necedad. Su administración debe obedecer a unos criterios tan rigurosos como el resto de medicamentos, con las debidas precauciones, dado que un mal uso puede ser perjudicial para la salud.

Como para cualquier medicación, para los productos naturales debemos conocer la dosis óptima, sus indicaciones y contraindicaciones, interacciones y efectos secundarios. Y, sobre todo, debe ser recomendada por personas adiestradas y formadas en este tipo de terapias.

La fitoterapia a lo largo de la historia

El conocimiento de las propiedades terapéuticas de las plantas ya la conocían los asirios, fenicios y la antigua civilización mesopotámica. En Egipto, el papiro Ebers, el primer documento médico de la antigüedad, hace referencia a casi mil recetas con ajo, cebolla, miel, higos y algunos minerales para expulsar del cuerpo las materias nocivas. En China e India son numerosas las reseñas históricas sobre la aplicación de las hierbas medicinales. Las escuelas médicas de la Grecia antigua, desde Hipócrates, considerado como el “Padre de la Medicina”, Galeno, precursor de la farmacopea, o Celso, por citar a algunos, establecieron las directrices para la correcta administración de las plantas medicinales.

El oscurantismo en la Edad Media, con la represión impuesta por la Santa Inquisición, estancó e hizo retroceder la ciencia médica y con ello, el progreso en campo de la terapéutica. Sólo algunos monjes, traduciendo los textos clásicos, conservaron la potestad de ejercer el arte de la curación con plantas no sin correr el peligro de acabar en una hoguera por realizar “conjuros demoníacos” y siempre mal vistos por parte de la Iglesia (el papa Inocencio II llegó a prohibir el ejercicio de la medicina a los eclesiásticos al considerar que abandonaban sus prácticas religiosas al dedicar demasiado a los deberes médicos)

El contacto con los pueblos indígenas tras el descubrimiento de América enriqueció la farmacopea a partir del siglo XV. En el siglo XIX empiezan a aislarse los primeros principios activos de las plantas, y es el siglo XX el que marca el liderazgo de los productos sintéticos, que deja relegadas las plantas medicinales a un segundo plano.

Fitoterapia en el S. XXI

En la actualidad, casi el 25% de los fármacos se obtienen de alguna planta y un porcentaje muchísimo mayor contiene algún principio activo vegetal. Este hecho, unido al creciente interés por la fitoterapia, está planteando un problema desconocido hasta ahora: la industria farmacéutica ha sobreexplotado los recursos naturales en los países pobres, sin prever la posibilidad de que dichos recursos corrieran el peligro de agotarse. En estos momentos, más de 10.000 especies de plantas, de las 50.000 que se conocen con propiedades medicinales, están en peligro de extinción.

La industria farmacéutica debe garantizar, de alguna forma, la conservación de los recursos naturales que utiliza como negocio y, junto a la comunidad científica mundial, realizar un esfuerzo en la investigación relativa a las plantas medicinales que garantice la misma calidad, seguridad y criterios de eficacia que el resto de medicamentos.

Esto debiera constituir una obligación moral y ética para con el 80% de la población mundial, cuya atención primaria sanitaria depende, casi exclusivamente, de las plantas medicinales.

Fdo: 'Alejandro', médico especialista del área de Levante. Gracias por su envío doctor.

Abran los ojos que viene el lobo

La opinión pública nació y el poder quiso aprender a controlarla para que los hombres se sometieran a su voluntad. Pero encontró demasiadas trabas para esclavizar las mentes de las personas, porque cada persona había vivido un proceso de socialización individual que le condicionaba a la hora de doblegarse ante el poder. Las actitudes preexistentes –como las llamaron los pensadores y estudiosos de la persuasión – chocaban con los deseos de las altas esferas. Pronto aprendió el poder que mediante los medios de comunicación afectaban a la gente –quién no recuerda el episodio de la guerra de los mundos de Orson Wells que suscitó el pánico de los oyentes -. Se inventaron estructuras mentales, estrategias de comunicación, marqueting político; todo para convencer a los ciudadanos de que no eran el lobo de caperucita disfrazado.

Lamentablemente, hoy sigue ocurriendo más de lo mismo, en otro contexto –elemento muy importante para la interpretación y manipulación de las actitudes preexistentes -. Podemos no saber comunicación política, pero sí tenemos un punto de vista sobre lo que vemos y nos condiciona a tomar una decisión, tan sólo hay que abrir los ojos y preguntarse ¿qué quiere el poder ahora? Y pensar en sus próximos objetivos, y en qué nos van a intentar hacer que pensemos para conseguir salirse con la suya.

Tenemos problemas sociales, económicos, etc. Esas y otras son las armas que van a usar para las próximas elecciones en las comunidades autónomas. Pero no se engañen, porque no será por bien del ciudadano, aunque usted observe que han puesto farolas nuevas en su calle, será porque el poder demanda más poder, y para perpetuarse en él hay que hacer mucha figuración con el fin de obtener las confianzas. Mejor piensen en por qué los jóvenes de más de treinta tienen que hipotecar su vida para adquirir una vivienda, o por qué la señora ministra de vivienda nos propone vivir en zulos separados por cortinas y no se informa, ella misma, de las políticas que se llevan a cabo en otros países de la UE. No vale decir la excusa es “en España hacemos otro tipo de política” –hecho verídico en una comparecencia de la señora Trujillo-. Lo que cuenta es la solución a los problemas y dejar de dar ruedas de prensa, donde cada vez se pone más en evidencia. ¿Se iría Trujillo a vivir por tres años a uno de esos
mini pisitos? Delante de las cámaras, para que ustedes vean que sí, sin duda lo afirmaría, pero no verán que el coche oficial pase a recogerla en uno de estos apartamentos. De todas formas que a nadie se le olvide que la Constitución Española recoge que todo ciudadano tiene derecho a una vivienda digna, pese a que Trujillo no tenga en cuenta dichos requisitos.

Es un clásico que desde los ayuntamientos, cuando se avecinan las elecciones, se incrementa el número de multas a los vehículos mal estacionados. Seguramente en sus barrios ocurrirá – pregunten a un vecino de Leganés qué peripecias tiene que hacer para poder aparcar días tras día; por poner un ejemplo-. Pero los ediles siempre tendrán su aparcamiento privado o su chofer y no tendrán que molestarse con estas minucias que sufrimos el resto de conductores. Ahora, nos se descuiden porque torres de al menos siete pisos, donde irán a vivir nuevo inquilinos con sus coches, les llegarán al barrio antes de que abran los ojos. Y si desconfían de estas letras, les aconsejo que vean mediante Google Earth el modo en que los satélites, desde lo alto, captan el amontonamiento de vehículos en las calles de las capitales españolas.

Sin embargo, cuando los futuribles alcaldes visiten su barrio, repartiendo trípticos, o rosas o sonrisas tratarán de ser cercanos y de hacerles considerar el maravilloso mundo sin problemas que habitamos.

Política y economía mandan, los medios de comunicación se someten a ambos y aquí no hay quién diga la verdad, porque detrás de todo siempre hay un negocio, como se ha demostrado en la “operación Malaya” o como se está investigando en comunidades como Madrid o la Comunidad Valenciana, donde hay demasiado para escarbar.

jueves, 23 de noviembre de 2006

Un orgasmo mundial


El pasado 20 de noviembre la Agencia EFE difundía un teletipo donde decía que una pareja norteamerica de pacifistas californianos había convocado al resto de la humanidad - incluso más allá de los Estados Unidos, donde también existe la vida – a "un orgasmo mundial por la paz". El día elegido, la fecha del próximo solsticio de invierno. La pretensión de estos dos ciudadanos es suscitar una masa crítica de vibraciones favorables para llamar a la armonía. Donna Sheehan y su compañero Paul Reffel, están convencidos de que con este hecho darán lugar a “un cambio en el campo de energía de la Tierra mediante la inserción de la mayor carga posible de energía humana". Con el propósito de incitar al orgasmo mundial a todo el planeta, los dos protagonistas de esta historia han creado una web para anunciarse en Internet.

El objetivo final es que todos los orgasmos del mundo, producidos al mismo tiempo y el mismo día, logren “concentrar los mejores pensamientos de paz antes y después del clímax”.

Se da la circunstancia, que no es la primera vez que Sheehan, de 76 y Reffel de 55 protagonizan actos semejantes, dado que antes de la invasión de Irak por parte de Estados Unidos consiguieron que otras personas posaran desnudas, formando la palabra peace (paz). La pareja está absolutamente convencida de que el orgasmo proporciona un increíble sentimiento de calma durante el mismo y después, por lo cual la mente queda en un estado de meditación; que al hacerse a nivel mundial puede suscitar cambios, según declaró Sheehan al San Francisco Chronicle.
El objetivo la convocatoria es que tal inyección de "energía positiva y altamente concentrada reduzca los actuales niveles peligrosos de agresión y violencia en todo el mundo".

lunes, 20 de noviembre de 2006

Grabación y difusión del asesinato de un gato


Cistierna, una villa de León próxima a la Cordillera Cantábrica, a orillas del río Esla. El patio de un corral donde hay presentes, como mínimo, dos personas y un gato atado e inmovilizado por las patas delanteras. Un arma blanca que parece una de esas catanas que hemos visto en las películas de samurays. Un cámara que va a grabarlo todo y será el narrador de la historia, que durante el pasado verano ha circulado de móvil a móvil. La filmación registra el brutal y despiadado asesinato del felino, cortado por la mitad, por un joven de camiseta amarilla (presunto autor hasta que el juez diga lo contrario) que sonríe cuando el medio cuerpo del animal cae a suelo.

El pasado 18 de noviembre miles de telespectadores daban un respingo en el sofá, abrían la boca o se tapaban los ojos. Los presentadores advirtieron que la crueldad de las
imágenes podían herir la sensibilidad del público. Pero ése vídeo, ya retirado de la web youtube, ha traspasado conciencias, ha llegado hasta las leyes, avecinando un proceso penal para el ejecutor del animal y la persona que grabó la escena; se burlaban mientras cometían el 'gaticidio'. Y por muy cierto que sea que lo animales carecen de derechos, tal como dicen juristas y letrados, los hombres tienen el límite de la libertad donde la libertad de otra persona empieza. Herir sensibilidades es traspasar una libertad, aunque dependa del grado del hecho.

Resulta irónico que el sujeto en cuestión que dividió al animal se apode “gepetto”, porque el nombre del dulce personaje del cuento creador de vida resulta la antítesis de este supuesto asesino que además optó por exhibirse.

Dos asociaciones de protección de animales han presentado una denuncia, amparados por el artículo
337 del Código Penal, que en su capitulo IV, relativo a delitos, protección de flora y fauna y animales domésticos recoge: “Los que maltrataren con ensañamiento e injustificadamente a animales domésticos causándoles la muerte o provocándoles lesiones que produzcan un grave menoscabo físico, serán castigados con la pena de prisión de tres meses a un año e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.”

Los comentarios de carnicerías, pescaderías, vecinas de patio se repetían como una tematización única “¿viste lo del gato?” Y es que la mejor manera de dar a conocer algún asunto, pese a la tecnología, sigue siendo el boca a boca, los gestos, el lenguaje no verbal. Los supuestos autores de la aberración distribuida por Internet y censurada en estos momentos, también estaban dotados de ese lenguaje no verbal. Desde su mente cada uno juzga, interpreta y se hace un esquema de los hechos.

Hace unas semanas vimos como un hombre se ensañaba dando una paliza a un perro, ésta nos hemos impresionado con el gato partido por la mitad. ¿Seguiremos presenciando y convirtiendo en tema de mercado este tipo de hechos o alguien va a plantearse –da igual el color político – una solución contundente? Esta pregunta seguro que se la han formulado muchos de ustedes.

sábado, 18 de noviembre de 2006

Ana Carolina Reston


Tenía 18 años, 1,74 de altura, pesaba apenas 40 kilos y había sido internada hace tres semanas por una infección urinaria que se transformó en insuficiencia renal, y más tarde en una infección generalizada. Carolina, joven, hermosa y brasileña, sólo comía manzanas y tomates, aunque era conocido de sus allegados su debilidad por el plato nacional de Brasil: a feijoada.
Con los clásicos medios de comunicación, en un país llamado Estados Unidos, nació una recreación diaria que puede alcanzar el rango de patología. El consumismo y las aspiraciones de los ricos y la antigua burguesía ya estaban al alcance de todos; óperas, teatros, películas anunciadas en luminosos. Las calidades de las localidades no eran las mismas, pero uno se podía comparar con la clase burguesa. Y nació el imperio del consumo, del querer más para tener lo mismo, más o mejor. Este natalicio no hubiera sido posible o se habría dado de modo diferente de no existir la publicidad. Las estrategias de la publicidad se colaron en todos los hogares para infectarlos con un modus vivendi estándar, para darnos la imagen perfecta de la mujer más bella. Y afinando en las tendencias, para seguir vendiendo, llegamos a las escuálidas mujeres que pasean vestidos y diseños imposibles de lucir. Y aunque las señoras de la farándula o grandes estrellas exhibirán esas pomposas, estrafalarias o elegantes telas, quienes las presentan en las pasarelas y en la publicidad son, muchas de ellas, incipientes mujeres aún en la adolescencia que modifican sus hábitos alimentarios para entrar en el canon de belleza que venden la publicidad y el diseño del siglo XXI. Nada de mujeres reales y delgadas, de talla cuarenta y esbeltas de tronco y piernas, no, ahora la moda es niñas que enferman para hacerse un hueco en el circo de las pasarelas de la anorexia. De este modo se alcanza un cuadro clínico tal: infección generalizada provocada por una extremada debilidad, según informó el pasado miércoles la prensa, tal como le ocurrió a Carolina Reston.
La madre de la modelo, consternada y abrumada por la repercusión que ha tenido el fallecimiento de su hija, quiso lanzar un mensaje al mundo “que la historia de Carolina sirva de lección”.

viernes, 17 de noviembre de 2006

Un lugar para todos


Un día elegí una profesión “canalla” para muchos, apasionante para otros, donde actualmente hay muchos profesionales trabajando en precario. Yo empecé hurgando en la investigación; la libertad de expresión en el mundo siempre me ha inquietado, en particular, cuando se hace caso omiso de este derecho fundamental. Pero, como les ha ocurrido a otros muchos profesionales, me contagié con la gripe de la radio, y aprendí a gatear en los pasillos de RNE. El micrófono y yo tuvimos un affaire y hoy sigo tan enamorada de él como el primer día. Mientras me iba gestando en la cuna de la universidad pensaba que un periodista debía conocer todos los medios, y eso hice: gabinetes de prensa, medios escritos, digitales y el apasionante análisis de la comunicación cuando estamos en plena campaña; por no mencionar mi coqueteo con la literatura. Hay muchas vocaciones que se han quedado en la señal que indicaba el camino, así pues, que este espacio sirva para alentar a quien alguna vez sintió que llevaba o lleva un periodista dentro. Mi más afectuoso saludo. Ana B.